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domingo, 14 de abril de 2024

¿Me lo vas a preguntar a mi?



Esta es la historia de la deslealtad de un pueblo que ha olvidado sus raíces y su historia, manipulado por un grupo de secesionistas catalanes, que tratan de independizar a Cataluña de España por las bravas, sin contar con el resto de españoles, no respetando la Constitución Española del 78 que ellos mismos aprobaron con más del 67,9% de síes.


¿Me lo vas a preguntar a mi o solo a los catalanes?  "¿Quiere que Cataluña sea un Estado independiente?" "Sí / No". Estamos ante quién la tiene más larga. Son las cosas de los chicos independentistas, que como no tienen algo más importante que hacer -como arreglar los problemas de las cosas de comer- se dedican a hacer experimentos con gasolina. No lo conseguirán. Empecemos por la historia.

En 1714 Barcelona era un pueblo de 37.000 habitantes, Madrid tenía 120.000. Cadiz, Sevilla, Bilbao, eran ciudades que duplicaban en habitantes y riqueza a Barcelona. El comercio con las Indias estaba monopolizado por los puertos del antiguo Reino de Castilla, siendo Cataluña una de las regiones más pobres de España. El denostado Borbón Felipe V, nieto de Luis XIV de Francia, -llamado "El animoso" por su incapacidad a divertirse-, con cuarenta y seis años de reinado, y dominado por el cardenal Portocarrero, "anda niño anda, que el cardenal lo manda"; fue quien cambió el destino de las  mercaderías en favor del puerto de Barcelona. Las consecuencias de esta decisión no se hicieron esperar. Los puertos de Castilla sufrieron el golpe, sus ciudades se empobrecieron, mientras Barcelona se enriqueció subiendo como la espuma en riqueza, habitantes e importancia. En 50 años, Barcelona cuadruplicó su poblacion. A finales del siglo XVIII, contaba con 130.000 habitantes. Cataluña empezó a emerger de la pobreza gracias a la política de los Borbones.
Las consecuencias de esta decisión política de ampliar el puerto de Barcelona, trajo consigo poner en mano de la burguesía catalana el denostado comercio de esclavos desde África a las Indias. Otra vil decisión tomada por la monarquía borbónica, que gracias a sus beneficios, catalpultó la incipiente industria textil de Cataluña en detrimento de Castilla. 
Durante el siglo XIX y primer tercio del siglo XX, el denostado Borbón protegió a la incipiente y poco competitiva industria textil catalana aplicando unos aranceles aduaneros exorbitantes a los paños ingleses y flamencos. Una vara de paño flamenco pasó de costar 2 pesetas a costar 6 pesetas, así los paños catalanes que costaban 5 pesetas se podían vender al resto de España, copando el mercado nacional a costa de encarecer el producto importado. Esto originó la respuesta de holandeses y británicos que como réplica a esta medida, aplicaron los mismos aranceles al trigo importado de Castilla, dejando de venderse. Así una fanega de trigo castellano pasó de costar 10 pesetas a costar 5 pesetas. Los catalanes compraban el trigo y la lana más baratos y los castellanos compraban los paños más caros. El resultado fue un empobrecimiento de Castilla y un enriquecimiento de Cataluña. 
Después de la guerra civil, el Plan de Desarrollo de Franco invirtió el 40% del dinero del INI (Instituto Nacional de Industria) en Cataluña, con la factoría SEAT a la cabeza, el 20% en las Vascongadas, otro 20% en Madrid; y el 20% restante lo invirtió en el resto de España. Las consecuencias fueron inmediatas: el despegue económico de Cataluña fue rápido, mientras que el resto de España se empobrece hasta llegar a la miseria. Desde los años 60 en adelante, nuestros pueblos de Andalucía, de Extremadura, las dos Castillas, Aragón y Galicia, sufrieron la despoblación de sus territorios a favor de Cataluña y en menor medida la de las Vascongadas y Madrid. La emigración interior fue brutal, con el consiguiente abandono de la agricultura en favor de la industria y los servicios. No solo emigró la población joven como mano de obra barata, sino que también el futuro y la esperanza de nuestra tierra partió con aquella gente para no retornar nunca más. Hoy, pese al desarrollo y esfuerzo  de las CCAA, seguimos sin salir del hoyo. Así que cuando escucho a los independentistas catalanes que "España les roba" me pregunto por qué tanto engaño y tanta deslealtad con el resto de españoles. En inversión estatal, Cataluña es la primera. En renta "per capita" solo la supera Madrid. ¿De qué se quejan? Nadie tiene la culpa de que gestionen sus recursos económicos tan mal y tengan actualmente una deuda superior a los 85.000 millones de euros, que por cierto, quieren que sea condonada, asumida o pagada por el gobierno de España, o lo que es lo mismo, por el resto de Españoles. Tampoco nadie tiene la culpa que hayan dilapidado sus oportunidades en sueños quiméricos secesionistas, como  golpes de Estado, creación de embajadas en el extranjero, etc..., en vez de resolver los problemas cotidianos que preocupan realmente a los ciudadanos catalanes, tales, como la educación, sanidad, o la fuga de empresas de Cataluña a Madrid y el resto de España, huyendo de su inestabilidad jurídico-politica.
Actualmente, los españoles, no salimos de nuestro asombro. Después de que un presidente irresponsable, a cambio de siete votos, les conceda el indulto por dar un golpe de Estado, que pretendió independizar a Cataluña del resto de España, perdonarles la malversación de fondos públicos, concederles la amnistía, -a petición propia de un fugado de la justicia-, no contentos con ello, ahora exigen un referendum para que decidan solo los ciudadanos catalanes sobre la independencia de una parte de España. ¡Pues NO! La Constitución  no lo permite. Tendrán que consultar a todos los españoles. También me tendrán que preguntar a mí, porque Cataluña es parte de España, y eso me afecta a mi también como español. Puede que digamos que sí,  hartos de tanta deslealtad. Porque eso es un derecho que corresponde, no solo a los ciudadanos catalanes, sino a todos los ciudadanos españoles.





    domingo, 31 de marzo de 2024

    Del Jesús histórico, al Cristo de la fe






    !Cristo ha resucitado¡ !Aleluya! Esta es la gran noticia que da sentido a nuestra fe como creyentes cristianos. Sin ella vana es nuestra fe. Sin la resurrección del Señor nada tiene sentido. Ni siquiera la constitución de la Iglesia Católica -siendo tan importante- solo sería una empresa humana, como es la creación del Imperio Romano, el Renacimiento, la Ilustración, o la Revolución industrial. Muy importantes, sí, pero al fin y al cabo, hechos sociológicos culturales creados por el hombre de importancia trascendental para la humanidad, pero no dejan de ser inventos humanos, históricos, empíricos, valorables. Si la Iglesia Católica es un hecho trascendental en la historia de la humanidad para los creyentes, es gracias,  a que Jesús de Nazaret ha resucitado. "Y si Cristo no resucitó, vana es entonces nuestra predicación y vana también vuestra fe"(...) Pablo (1Cor 5, 15-19) .
    ¿Cómo hemos de entender la resurrección de Jesús de Nazaret? No ha de entenderse como la vuelta del Cristo resucitado al Jesús histórico de la vida terrena. La vida de Jesús fue un hecho histórico, empírico constatable. La resurrección no fue un hecho empírico constatable.  Jesús no revivió, no volvió a la vida que poseía antes de su muerte, adquiriendo las funciones fisiológicas vitales de todo ser vivo, sujeto al espacio y al tiempo. Su cuerpo resucitado se manifiesta glorificado, inmaterial, sin estar sujeto a las leyes físicas de la naturaleza inherentes a todo ser material. Entender la resurrección como una vuelta a su existencia histórica, es un error. Cuando Cristo resucitó, resucitó en cuerpo y espíritu glorioso. Es la vuelta del Jesús histórico al Cristo de la fe. (Hechos 28,31). Así lo manifiesta la Iglesia Católica en el Credo: "Está sentado a la diestra de Dios Padre" como Segunda Persona de la Santísima Trinidad. Del mismo modo lo manifiesta el testimonio de los Apóstoles: "Pero Dios le resucitó de entre los muertos y nosotros somos testigos de ello. Y por la fe en su nombre, este mismo nombre ha restablecido a este que vosotros veis y conocéis" (Hechos 3,15-16). La única prueba que tenemos es la fe de los Apóstoles hasta morir en el martirio por dar testimonio de la  resurrección de Jesucristo. Y desde entonces, a lo largo de casi dos mil años, seguimos renovando este anuncio después de celebrar el misterio Pascual. La resurrección es un hecho histórico, al que solo se accede por la fe, lo que significa que no puede ser un hecho probado ni demostrado empíricamente. Lo único costatable empíricamente es haber encontrado el sepulcro vacío, pero este hecho solo prueba que su cuerpo ha desaparecido. Nada más.
    La ciencia y la filosofía nada tienen que decir sobre la Resurrección. El mundo expresable en el lenguaje científico y filosófico es el de los hechos, más allá de ese límite, mejor es callarse. En el Tractatus, Ludwig Wittgenstein escribió: "Sentimos que aún cuando todas las posibles cuestiones científicas hayan recibido respuesta, nuestros problemas vitales todavía no se han rozado en lo más mínimo" (Tractatus, 6.52). La búsqueda del sentido ha sido una tarea constante de varias cosmovisiones metafísicas, en concreto, la aristotélico-tomista, tarea noble que brota de lo más hondo de la subjetividad humana, como respuesta a la inquietud innata de trascendencia del ser humano, sin conseguirlo. Ha sido más un intento que una realidad. Corresponde más bien al ámbito del hecho religioso, (teodicea o teología), dar respuesta a preguntas sobre lo Absoluto, lo divino y sus atributos, mediante la utilización de un lenguaje simbólico que trasciende la racionalidad de la ciencia y la filosofía.  "En este sentido, la religión implica siempre extrapolación, un ir más allá de los límites (de la razón, del mundo, de la historia) que no puede justificar la racionalidad filosófica. No se asume simplemente la finitud y la contingencia como dimensiones fácticas de la vida humana, sino que se busca darle un fundamento y significado más allá de la realidad material, de lo limitado y finito, de lo mortal y perecedero" (J.A.Estrada, Filosofía, Ciencia, y Religión) 
    Cristo resucitado ha vencido a la muerte. Su resurrección es un mensaje de alegría y esperanza para nuestro mundo, sediento de igualdad, paz y justicia. El amor ha triunfado sobre el odio, la luz sobre las tinieblas, la vida sobre la muerte. A nosotros como comunidad eclesial, nos corresponde dar testimonio de esta "Buena Nueva" con nuestra palabra y  nuestras obras. No estaremos solos "porque dónde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy Yo en medio de ellos" (Mat 18,20). Gracias a la Resurrección, Cristo está presente en el Sacramento de la Eucaristía con su cuerpo y su sangre, bajo las especies de pan y vino. Un acto grandioso, un milagro precioso del amor de Dios, que acontece y se actualiza en cada Eucaristía. Él está en el cielo como Hijo de Dios-Padre, resucitado, a la espera de nuestra resurrección. Aunque nosotros los cristianos somos su cielo en la tierra cuando llevamos su nombre como testigos de su resurrección; cuando lo sentimos, lo gozamos y lo vivimos en los sacramentos. Parece que tan lejos...pero no es así. Está muy cerca. En el sagrario, en la asamblea, y en el corazón de cada hombre que siente la necesidad de amarle. Así nos lo prometió: "Estaré con vosotros hasta la consumación de los siglos". (Mat 18,20).



    miércoles, 27 de marzo de 2024

    Dios se enamoró del barro





    Dios se enamoró del barro e hizo al hombre. A su imagen y semejanza. "Y vió Dios que aquello era bueno". Ese mismo Dios, en la plenitud de los tiempos, no se concluye en la eternidad sino que se hace  palabra  e irrumpe en la historia y en el tiempo. Ese es el misterio de la Encarnación. Podía haberlo hecho de otro modo. Lo hizo así. Eligió a una joven virgen como Madre y Ella respondió al misterio: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según su palabra". La gran tragedia de Jesús de Nazaret comienza en un pueblo humilde hasta acabar clavado en una cruz en el Gólgota. En medio, se desarrollan  episodios de ocultamiento y vida pública que es necesario recorrer, contemplar y meditar. Actos y acontecimientos que a la luz de la razón humana son difíciles de comprender, no así de la fe; de parábolas y milagros, de cercanía y alejamiento, de alegría y esperanza, hasta de dolor y soledad en un acto sublime de entrega, desnudez, abandono, sin sus discípulos, sin su Madre y hasta sin su Padre: "Padre, ¿por qué me has abandonado". La historia de una infamia y la de un fracaso...hasta la gloria de la Resurrección. La Semana Santa es la manifestación de un relato dramatizado del amor de Dios por nosotros, ante la mirada atónita del mundo, que expectante llena nuestras calles de pueblos y ciudades con estaciones de penitencia, para contemplar las imágenes y dar rienda suelta a sus inquietudes religiosas, sentimientos y deseos más devotos. Es la piedad de un pueblo y su gente que procesiona y reza a través de la contemplación de su Virgen dolorosa o el Cristo crucificado, entre varales, flameo de cirios, flores e incienso, o bajo el canto improvisado de una saeta desde un balcón florido. Es la grandeza y la plasticidad de unas imágenes sobre tronos majestuosos portados por costaleros o portadores, escoltados por hermandades de penitentes en estación de penitencia, donde destreza, esfuerzo y oración forman una unidad de sentido, como respuesta a  una promesa o el cumplimiento de una tradición ancestral.  Es el embrujo de la noche bajo el perfume del azahar mezclado con la canela y la vainilla... es el lejano sonido de una bocina que rompe el silencio de la noche primaveral. Es el  misterio hecho imagen de la Pasión de Cristo en la calle...
    Pero la Semana Santa es algo más que la representación plástica de una tradición. Con la celebración de la pasión y muerte de Jesucristo y su resurrección, el hombre encuentra sentido a su existencia. Vivir la Semana Santa es morir y resucitar con el Cristo de la fe, a través de los sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía de un modo real, no imaginario; es llevar una vida intima de comunicación con Dios mediante la oración. Es hacer presente la muerte y pasión del Señor que nos redime en la cruz para resucitar con Él. Implica una verdadera conversión de nuestras vidas y un arrepentimiento sincero para seguir a Dios y a su Palabra. Es seguir la cruz del crucificado y renunciar al mundo y a sus falacias. Es dejarse llevar por la fuerza del Espíritu y renacer de nuevo del agua bautismal. Solo así superaremos nuestras frustraciones y saciaremos nuestra sed de eternidad. Solo así viviremos la Semana Santa "como Dios manda".





    martes, 19 de marzo de 2024

    ¿Por qué calla Dios?



    "La Guardia Civil investiga el presunto asesinato de dos niñas de dos y cuatro años, así como la posterior muerte del padre, en una pedanía de Alboloduy (Almería), en un nuevo caso de violencia vicaria. El presunto asesino, con antecedentes por violencia machista, tenía una orden de alejamiento de su exmujer en vigor. Si bien la investigación  continúa abierta, la línea que ha cobrado más fuerza conforme a los indicios que se manejan hasta el momento, es que el hombre habría matado a sus hijas envenenándolas antes de acabar con su vida". (El Diario.es)

    La muerte no tiene sentido. Ninguna religión puede explicarla porque no puede transcender la frontera de lo finito. Toda religión que afirme que Dios no está oculto no es verdadera. Esta frase de Pascal ha de hacernos pensar por qué Dios guarda silencio: es difícil explicar el mal en el mundo. El mal y la muerte son dos grandes cuestiones que la filosofía moral y la religión no pueden explicar ni desde la razón filosófica, ni tampoco desde la fe religiosa. El mal lo combatimos con todas nuestras fuerzas sabiendo que es inherente a la naturaleza humana como pago de ser libres. La muerte solo nos queda aceptarla porque no hay otra elección posible. Convivimos con las dos porque no tenemos otra alternativa.

    Comenzamos con el problema del mal. ¿El ser humano es bueno o malo? La importancia de esta cuestión radica en dos hipótesis posibles: el hombre o es bueno o es malo. Si es bueno, entonces la maldad proviene de factores externos: circunstancias adversas, educación, medio social... Por otro lado, si asumimos que somos malos, entonces las reglas sociales, instituciones, códigos penales, existirían para corregir nuestras malas inclinaciones. La relación entre estas dos realidades del bien y del mal, ha sido y es un tema de profunda reflexión en la historia de la filosofía, así como en la fenomenología de la religión, y por supuesto en la teología. Desde todas estas disciplinas se ha intentado dar una respuesta convincente, aunque todas se quedan en el intento, pues el problema es demasiado complejo y de difícil solución. Hasta me atrevería afirmar que en la actualidad es irrelevante. Lo importante ahora, es sentir con el corazón el dolor de la tragedia de las dos niñas asesinadas por su padre, sin que encontremos respuestas a este sin sentido. Mis reflexiones se centrarán en un análisis ético-filosófico, desde un humanismo antropológico, obviando otros aspectos no menos importantes que por extensión sobrepasan este artículo.

    Ante un acto criminal, como es el asesinato de estas niñas inocentes, así como los males que sufren los seres humanos a causa de los fenómenos naturales, es inevitable preguntarse "el por qué" de estos males, y por qué Dios no interviene y lo permite. No es fácil la respuesta. Desde un humanismo antropológico -y si me permiten- desde la creencia, surgen numerosas preguntas de difícil respuesta, cada una legítima desde la complejidad del problema. Para unos serán suficientes las respuestas de la ciencia y sus leyes físicas sujetas a un determinismo cosmológico;  para otros, -creyentes en la transcendencia- no basta la ciencia  sino que van más allá. La pregunta siempre es la misma: ¿Cómo puede Dios siendo bueno y omnipotente permitir esto? La respuesta no es sencilla sin cuestionarnos  antes la compatibilidad entre el "libre albedrío" y el determinismo.  David Hume partió del principio de causalidad el cual manifiesta que "todo efecto proviene de una causa", e intentó resolver el dilema sosteniendo que el libre albedrío y la causalidad no son opuestos en realidad. El libre albedrío, dice, es compatible con la causalidad y, más aún, es dependiente de la causalidad. Sólo podemos hacer elecciones libres en un mundo gobernado por la causalidad. Si el mundo no estuviese gobernado por la causalidad no podríamos saber qué pasaría después  de que hiciésemos nuestras elecciones y, por lo tanto, nuestras elecciones carecerían de sentido. Las propias elecciones son causas: en un mundo sin causalidad las elecciones no tendrían ningún efecto. El hábito y la costumbre de la experiencia tienen algo que decir, pero no siempre; si algo sucedió siempre, no tiene por qué no seguir sucediendo. Perfecto, tal y como concibe la ciencia el empirismo. Pero insuficiente para explicar la conducta humana; hay que aceptar un punto intermedio entre libertad y determinismo cuando nos referimos a los hechos humanos; hay que aceptar una libertad "condicionada" por factores naturales, biológicos, psicológicos y sociológicos. Una libertad humana contingente, no absoluta, que hace de la voluntad humana ser libre y responsable de sus actos.

    En cuanto a la permisividad de Dios sobre estas catástrofes, y la procedencia del bien y del mal, la respuesta está en el libre albedrío. Según esta solución propuesta, el mal es una consecuencia de la existencia del libre albedrío humano. Se afirma que un universo en el que hay seres que poseen libre albedrío es más rico y variado y, en un sentido importante, mejor que uno que contenga solo amables autómatas. Si los seres humanos fuesen siempre buenos, esto podría ser porque Dios les hubiese creado cien por cien obedientes a sus leyes y en ese caso serían meras máquinas, haciendo el bien automáticamente. La existencia del libre albedrío, pues, explica el mal moral y el valor de la libertad justifica la decisión de Dios de crear seres humanos libres, que sean criaturas capaces de elegir ambas cosas: el bien y el mal.

    Abla ha quedado muda. Sin habla. ¿Qué se puede decir ante esta tragedia que asola nuestro pueblo? Tantos las niñas como su madre están empadronadas en este hermoso pueblo de la alpujarra almeriense a los pies de Sierra Nevada. Una de las pequeñas era alumna del CEIP Joaquín Tena Sicilia. Son muchas las preguntas que las buenas gentes de nuestro pueblo nos hacemos en estos momentos de consternación, incredulidad y sorpresa, y pocas las respuestas que encontramos: solo furia, rabia contenida e impotencia. El vacío, la soledad, la nada. y muchas, muchas preguntas sin respuesta. El absurdo de la muerte en unas niñas inocentes víctimas del odio de un padre poseído por la sin razón y, en cuyo corazón, el amor ha sido sepultado por el odio hacia la madre hasta arrebatarle lo más querido del mundo: sus hijas. Es lo que queda.

    Y ante esta tragedia debemos hacernos la pregunta fundamental: ¿cuál es el significado, sentido, o valor de la vida humana? Pregunta fundamental para la que no hay respuesta científica, y, sin embargo, ineludible porque estamos remitidos a interpretar, evaluar y jerarquizar el mundo en el que nos movemos. En cuanto que rompemos la mera dinámica de los instintos como normativos de la conducta humana, tenemos que preguntarnos por lo qué es importante o no, por lo que genera felicidad y plenitud, y por lo que es bueno o malo a la hora de orientar nuestra vida. Estas son las preguntas que llevan desde la filosofía moral a la religión. ¿Qué significa el vivir y el morir? ¿Cuáles son las orientaciones básicas para realizarnos como personas y ser felices? ¿Qué es el bien y el mal para el hombre? ¿Hay bien y mal objetivos y normativos, o sólo son instancias subjetivas, lo bueno y malo para mí, o para una cultura determinada? ¿Cómo luchar contra el mal, en sus diversas dimensiones, y qué podemos esperar a la luz de la injusticia, del sufrimiento y de la muerte, que cuestionan el sentido del hombre? El ser humano es el que se interroga sobre esas realidades y busca su significado, más allá de la facticidad del origen y de la meta final de nuestro ser animal. Preguntas cuya repuesta la filosofía lo intenta, aunque no sabe la respuesta. Y la religión, en un salto en el vacío, se refugia en la fe y el misterio.




    sábado, 2 de marzo de 2024

    No todo puede ser comprado




    El dinero no lo es todo. Algunos no quieren aprenderlo, peor para ellos. Es un medio, nunca un fin. La libertad del ser humano es el mayor bien que un hombre puede poseer. Nadie puede quitársela. depende exclusivamente de su propia voluntad. Lo llamamos libre albedrío. Es un valor que no puede ser comprado ni por todo el oro del mundo. Tampoco su valor fluctúa en bolsas o mercados, y por supuesto, no depende de voluntades ajenas a la propia libertad del sujeto que la ejerce.
    Luis Enrique, entrenador del PSG, echa a Mbappé del partido en Mónaco. Le ha quitado en el descanso del partido en un movimiento que en Francia interpretan como parte del castigo por irse al Real Madrid. Después de pasar siete años en las filas parisinas, dando lo mejor que tiene como profesional, Mbappé ha decidido cambiar de aires y fichar por el equipo de sus sueños, desarrollar sus magnificas cualidades y poder ser el mejor del mundo, ejerciendo su libre albedrío. Así de sencillo. En el Madrid piensa alcanzar la gloria deportiva que en París no ha conseguido.  No viene gratis sino a costa de un motón de dinero, pero siempre inferior a lo que le ofrecía el Jeque Qatarí, para quien tiene el dinero como castigo y cree que puede comprarlo todo. Un grave error. El dinero no lo es todo. Los de Qatar se han tomado muy mal que Mbappé se marche al Santiago Bernabéu y han decidido jugar sucio: tienen muy mal perder. Y en ese "barro" tener un gran enemigo como Luis Enrique les va como anillo al dedo. "Tenemos que acostumbrarnos a que Mbappé no esté", ha declarado Luis Enrique. Ya es el segundo partido en el que Mbappé es sustituido, y nos tememos que no por causas deportivas. Una actitud poco ejemplar y edificante impropia de deportistas que  deben predicar con el ejemplo. 


    jueves, 15 de febrero de 2024

    Humo y Barro



                                                        "No existe tiranía más atroz que la que la que se ejerce                                                                              a la sombra de las leyes y bajo los colores de la justicia".
                                                  
                                                                                                         Ortega y Gasset



    El Sanchismo siempre actúa de la misma forma en campaña electoral. Cuando la derrota se vislumbra en el horizonte de las elecciones gallegas, aparece el humo y el barro.  Invisibilidad y juego sucio. Nada nuevo. Surge la distracción, la creación de noticias falsas que ocultan el verdadero problema: nublar la visibilidad y embarrar la realidad. Ahora le toca la vez a la amnistía y a Puigdemont. Una jauría de voceros, afines al sanchismo, inunda los medios de comunicación para crear una opinión pública basada en el descrédito, la mentira, la falsedad, contra todo aquello que no sea cumplir la voluntad de Sánchez. Un cáncer corroe España, cuya metástasis aflora por todo su cuerpo donde no hay órgano que pueda salvarse. Aquí, en mi país, no se mueve ni una hoja sin que la voluntad del peor gobernante de la democracia no lo apruebe. ¡Mira que es difícil superar a Rodríguez Zapatero! Éste lo consigue con creces. En esta desgracia que asola a mi país, el principal responsable es el pueblo español que lo votó, aunque fue víctima de una mentira. Aún hay tiempo para revertir la situación a través de las urnas. Galicia es la primera ocasión para desmontar la debacle a la que nos lleva el PSOE, que no es otra, sino rendirse al tirón del BNG y entregar Galicia al nacionalismo. Todo válido para imponer un frente común con los independentistas catalanes y vascos. Inmersión lingüística, nacionalismo, eliminación de la monarquía y la creación de una república de izquierdas: ese es su objetivo. Ellos lo saben y nosotros también. 
    Fracasada la campaña de los pélets playeros, culpando a la Junta de Galicia, ahora, corresponde acusar a Feijóo, líder del PP nacional,  de haber entablado conversaciones con Junts acerca de indultos y amnistías. Muy curioso todo esto. El gobierno y toda su pandilla pide explicaciones a Feijóo por todo lo que ha hecho Sánchez. ¡Qué desvergüenza! ¿Qué tendría que hacer el principal partido de la oposición que ganó las elecciones? Hablar. Hablar con todo el mundo. Esa es su obligación. ¿Qué es lo importante lo que se habla o lo que se hace? Que sepamos quien ha llegado a ser presidente del gobierno es Pedro Sánchez y no Feijóo. Aunque para ello, haya bajado a lo más profundo de la bajeza moral. ¿A quién ha hecho presidente Junts? Esta es la prueba. No se hable más. ¡Qué nadie engañe a los gallegos! El próximo domingo Galicia se juega mucho: Impedir que el Bloque Nacionalista Gallego y su lamentable muleta del Partido Socialista logren la mayoría absoluta, y conformen un eje hegemónico con Cataluña y el País Vasco que desafíen la misma existencia de la España constitucional.



    viernes, 2 de febrero de 2024

    El Museo: Epifanía de lo Bello



                                                                                      "Omnis ars naturae imitatio est"

                                                                                                              Horacio


    "Vale más una imagen que mil palabras". Cierto. El hombre, por su naturaleza cognitiva está sujeto a la imagen. La formación del concepto o idea no puede prescindir de ella. Desde la filosofía griega la epistemología así lo confirma. Veamos.
    En la Biblia el Dios monoteísta del Antiguo Testamento, se manifiesta celoso y enfadado a menudo con el pueblo escogido de Israel, por ser infiel y adorar a los ídolos en forma de becerro de oro, hecho por la mano del hombre. Al pueblo de Israel le cuesta trabajo entender a un Dios sin imagen, sin representación empírica, e imitan a los pueblos limítrofes que sí lo tienen, a costa de sufrir terribles castigos. "Yo soy el que soy", se manifiesta Yahweh a Moisés en el monte Sinaí en forma de zarza ardiente. Tuvo Moisés que romper las Tablas de la Ley, para que aquel pueblo "díscolo y duro de cerviz", se arrepienta, vuelva al pacto con Yahweh, y renuncie a la idolatría. En conclusión, el Dios bíblico del A.T. no puede ser reducido a una determinada imagen u objeto, porque su realidad es tan inmensa que transciende a toda "cosificación" tanto en el tiempo como en el espacio. 
    No sucede así en el Nuevo Testamento, donde Dios se hace imagen a nuestra semejanza. En la Encarnación Jesús de Nazaret, se hace carne como uno de nosotros, acepta la contingencia de lo humano, y asume la naturaleza humana con todas sus consecuencias, menos en el pecado. Jesús nos muestra el verdadero rostro de Dios: un Dios Padre compasivo y misericordioso.

    El conocimiento en la Grecia clásica está sujeto a la representación y a la imagen. Si bien en Platón ésta queda reducida a apariencia. Desde la epistemología o teoría del conocimiento en Aristóteles "El concepto" es el resultado de una extraordinaria elaboración que parte de la percepción sensible del objeto o imagen, y por medio de la abstracción en el entendimiento agente, se convierte en concepto universal o idea, como predicado de una multiplicidad de objetos. Desde la ontología, Aristóteles nos muestra la realidad sustancial constituida por objetos o cosas individuales (sustancia), y su génesis regida por las cuatro causas: material, formal, eficiente, y final. Es la forma la que "informa" a la materia a la vez que la universaliza, la hace objeto individual. Con ello, Aristóteles rompe con el dualismo de su maestro Platón; trae la  idea del "mundo de las ideas " y la inyecta en el "mundo de las cosas": la sustancia. La verdad consiste en "la adecuación del entendimiento con la cosa". La amistad es otra cosa "soy amigo de Platón pero más amigo de la verdad" -manifiesta Aristóteles-, justificando su posición antagónica frente a su maestro. 
    Había que bajar la idea platónica de belleza al objeto. Sin ella, no hay arte. El museo es la catedral contemporánea de nuestro tiempo, epifanía de lo bello, de la creatividad humana. Los lienzos sustituyen el relato de las vidrieras catedralicias, las galerías historia viva del fenómeno religioso. "El arte ha sido, durante los dos últimos siglos, el último refugio de la transcendencia: una universal religión que soñó abrigar toda expresión del absoluto y acogerla  en esa emulación de las grandes basílicas que iban a ser los museos". (G. Albiac, El Debate)  Allí, la materia, se yergue sobre la brutalidad ignota de la masa para tomar nombre y llamarse a sí misma. El caos recobra orden e inteligibilidad mediante la forma, imitando al Cosmos. La belleza trasciende lo individual para ser universal. El lienzo, la madera, o la piedra, dejan de ser materia inerte para recobrar vida y elevar la creatividad del espíritu humano a lo sublime. El acto creativo detiene el tiempo y lo convierte en permanencia, en "instante" eterno", como expresión creadora del artista. Cuando la obra de arte lo requiere por su importancia, su lenguaje universal transciende la palabra y cobra un significado ajeno a fronteras,  patrias, e incluso, al propio autor, para convertirse en patrimonio universal de la humanidad. 

    Ha causado gran revuelo las declaraciones del ministro de cultura Ernest Urtasun en las que propone superar el "marco colonial" en el que supuestamente se hallan inmersos los museos españoles. Nada tiene que ver la función descubridora de España con la acción llevada por otros pueblos colonizadores -ingleses, portugueses o franceses- Los nativos de las indias fueron, desde un primer momento, súbditos de la corona; y los territorios americanos nunca fueron colonias, sino "provincias de ultramar". Las leyes de Isabel La Católica y de Carlos I de España, no encajan con ese marco colonial al que alude Urtasun. Por supuesto que hubo sus excepciones de maltrato y de injusticias contra los indígenas, fruto de la naturaleza avariciosa del hombre más que de conductas institucionalizadas. "Allá donde afloraban tales conductas criminales, hubo reyes, obispos y jurisperitos que defendieron a los indígenas. La acción de España en América no puede definirse por los abusos que sus hijos peores perpetraron, sino por los principios que sus mejores hijos sustentaron".  (Juan Manuel de Prada, El ángulo oscuro. ABC)

    Sin bibliotecas, museos o hemerotecas, eso que llamamos cultura o civilización, quedaría sepultado en la fosa del olvido. Gracias a la imagen, el flujo del tiempo se detiene y fija la memoria. Los pueblos sin memoria son propensos a caer en los mismos errores del pasado y a no saber rectificar para el presente. Los museos cumplen esta función. El Prado, el Hermitage, el Louvre o el Britihs Museum, son algo más que una acumulación de obras de arte apiladas cronológicamente. Algo más que el refugio y salvación de una determinada obra, recobrada de la orfandad de su autor, o rescatada de la avaricia desmesurada de un coleccionista o mecenas insolidario, que la disfruta de forma anónima, individual y egoísta. La obra de arte ha de ser contemplada, reconocida, y admirada en la casa de todos. -el museo- para fomentar la sensibilidad artística y cultural de todos los, ciudadanos, como testimonio de la evolución del "Homo Sapiens al  "Homo Faber". Al pueblo lo que es del pueblo. Esa y no otra debe ser la labor de un Ministerio de cultura: propagar y fomentar una política cultural  de "puertas abiertas", para que -en el caso de los museos- cumplan con el rol social para el que han sido creados, mostrar la cultura a través de exposiciones itinerantes y llegar a la mayoría de gente. Nunca para hacer política ideológica que solo sirve para crear alarma social o fomentar disputas estériles que dividen más que unen.




    domingo, 28 de enero de 2024

    Un paso atrás



                                                              "El hombre es cosa sagrada para el hombre".  
                               
                                                                                              Lucio Anneo Séneca



    "Esta noche Alabama hace que la humanidad dé un paso atrás. Gracias por apoyarme. Os quiero a todos".  Son las últimas palabras de Kenneth Eugene Smith de 58 años, antes de ser ejecutado con gas nitrógeno en un penal del Estado de Alabama en Estados Unidos. Después de varios intentos para ser ejecutado en el año 2022 con inyección letal, desistieron por no encontrar la vena. Ahora, el Estado sureño acaba de conseguirlo, recurriendo a un método innovador de ajusticiamiento que añadir a la macabra lista de sistemas existentes: la asfixia por nitrógeno. Su ejecución duró más de media hora y su muerte no sobrevino instantáneamente, como estaba previsto. Después de colocarle en su rostro una mascarilla para inhalar el nitrógeno, y empezar a temblar retorciéndose durante dos minutos, la muerte le llegó tras sufrir su cuerpo varias convulsiones, hasta que el gas  invadió cada rincón de su cuerpo y dejarle sin oxígeno. Una muerte atroz, según los periodistas testigos presenciales de la ejecución, desdicen la afirmación de un fiscal del Estado que indicaba al Tribunal de Apelaciones del Circuito 11 "de ser el método de ejecución  más indoloro y humano conocido por el hombre".
    Kenneth E. Smith fue condenado a cadena  perpetua por  el asesinato en 1988 de Elisabeth Dorlene Sennett, de 45 años, esposa de un pastor protestante. Después de ser apuñalada una decena de veces, por encargo de su marido, la mujer falleció. Smith tenía 22 años cuando se cometió el crimen. Hasta aquí la noticia.
    Oponerse a la pena de muerte es ante todo un deber ético, ya que el derecho a la vida está necesariamente ligado a la dignidad de la persona y ésta es inviolable. La pena de muerte atenta contra los derechos humanos, por ser cruel, inhumana y degradante. Lejos de solucionar los problemas que la causa, los empeora. Su justificación carece de argumentos éticos racionales, ideológicos, procesales, humanitarios y religiosos. Si bien el Estado democrático soberano es el único agente que por delegación tiene el deber y la potestad de ejercer la violencia, cuando la seguridad o el bien común estén en peligro, ha de ejercerla con la fuerza de la razón y nunca con la razón de la fuerza; jamás debe ejercerla para quitar la vida a sus semejantes, aplicando la ley del Talión "ojo por ojo y diente por diente", que nos remite más a la venganza que a la restitución de la justicia y a la reinserción. El Estado tiene la obligación y el deber de que se cumpla la ley del código penal, sujeto a mecanismos de control democrático, consecuencia simbólica de ejercer soberanamente su potestad punitiva. Pero no debe olvidar el derecho fundamental que asiste a toda persona a ser reinsertada a modificar su comportamiento, a poder recuperar su libertad y a poder  vivir en sociedad como sus semejantes. Esa, y no otra, es el objetivo fundamental de la privación de libertad en prisión y su reinserción en sociedad. La reinserción, es el derecho a tener una segunda oportunidad a vivir una vida digna, basada en la esperanza del cambio de quien arrepentido ha de ser reintegrado a su lugar natural, siempre que los informes preceptivos de los agentes penitenciarios lo aconsejen. No obstante,  el Estado siempre tendrá la oportunidad de aplicar la cadena perpetua revisable, para casos irrecuperables y extremos.  No así la pena de muerte, que desprecia la dignidad humana del delincuente, negándole el derecho más elemental de todos: el derecho a la vida; cercena el derecho a la rectificación, anula posibles equivocaciones, y frustra toda esperanza de reinserción para los delincuentes arrepentidos. No a la pena  de muerte. Por todas estas razones, y por otras,  que  la brevedad de este artículo no nos permite desarrollar.



      

    jueves, 25 de enero de 2024

    Un niño de 9 años vive solo en casa sin agua ni electricidad






    Vivir en el Camino Real de Abla, situado en la provincia de Almería, es un verdadero placer. Es un valle regado por el Río Nacimiento de cual toma su nombre, que corre paralelo entre Sierra Nevada y sierra de Baza. Conecta el altiplano del Marquesado granadino con el Desierto de Tabernas almeriense. Es un valle muy ventoso. Como sucedió en la víspera de San Antonio Abad, donde Eolo -el dios del viento en la mitología griega- soplaba con toda su fuerza intentando arrancar de la tierra a todo aquello que se agarraba a ella: árboles, muros, chimeneas, líneas eléctricas, internet, etc. Ese día, la comidilla de los vecinos, versaba sobre el viento y sus nefastas consecuencias. Desde quien ha de tirar toda la comida guardada en el congelador, después de pasar unos días fuera de casa (no fue éste el caso del otro día, sí de otros días), hasta quedarnos de madrugada desconectados del mundo exterior: sin luz, internet, móvil, y por supuesto sin radio y televisión. De pronto nos damos cuenta de la fragilidad de nuestra naturaleza humana y la contingencia de nuestra existencia sujeta a cambios inesperados, gracias a un agente natural imprevisto. Manifestando la realidad metafísica de nuestro ser contingente como "aquello que es pero puede no ser" frente a lo necesario "aquello que es pero no puede dejar de ser". Lo poco que tiene que suceder para dejarnos varados, inmovilizados, y sin saber qué hacer con nuestra vida. La dependencia y la necesidad que nuestra sociedad moderna ha creado de la ciencia y la técnica para poder disfrutar  del bienestar, y lo poco que tiene que suceder para perderlo todo en un instante. Todo pende de un hilo, que a la mínima se rompe.
    No es el caso de un niño francés de 9 años que sobrevive dos años solo en casa, sin agua caliente ni electricidad. Sin padre y abandonado por su madre, el niño se alimentaba de latas de conserva que en visitas esporádicas le suministraba la madre y la generosidad de algunos vecinos.  Los servicios sociales no pudieron constatar esta situación porque el niño era un buen estudiante que cumplía sus tareas y acudía correctamente vestido al centro. 
    Tú que lees en este momento estas líneas ¿te has preguntado cómo podrías vivir durante dos años sin agua corriente y electricidad en casa? ¿Te lo imaginas? Ducharte con agua fría, no poder cocinar, comer latas de conserva, etc. Pero si cuando no hay cobertura para tu móvil, el mundo se hunde. Un caso sorprendente y lacerante, que muestra  las contradicciones de nuestra sociedad y el aislamiento en soledad en la que se encuentran muchísimas personas. Un caso que explica la sociedad super informada que hemos construido pero deshumanizada. Hablamos de un niño con tan solo  9 años, un crío que manifiesta la ambivalencia sorprendente de la naturaleza humana, que hace lo peor, pero a veces hace lo mejor. Una lección ejemplar para nuestros hijos sobreprotegidos, educados en el confort doméstico de la modernidad y poco preparados para superar las dificultades inherentes a la contingencia de la vida expuesta al azar. Como sociedad  tenemos el deber de cuestionarnos qué es lo que estamos haciendo mal. Esto es lo que se me ocurre sin tener que profundizar demasiado. Minimizar el valor del esfuerzo, pasar de curso con suspensos en favor de un falso igualitarismo, ningunear la memoria, el bajo nivel en la comprensión lectora de nuestros alumnos, la desvalorización del esfuerzo y el sacrificio, junto al desprestigio de la disciplina, -son entre otras cosas-, las causas principales que explican el fracaso de la educación de nuestros jóvenes y los recientes malos resultados del  informe PISA. 
    Este niño francés no necesita la selectividad para acceder a la universidad. De acuerdo con el juez Calatayud,  que considera debe pasar directamente a la Sorbona de París y explicar allí, cómo se superan las dificultades de la pervivencia humana siendo solo un niño de 9 años. Una excelente lección sobre la fe, la motivación, la fuerza de voluntad y el sentido común. ¡Bravo chaval!




    miércoles, 24 de enero de 2024

    El "El País" rompe con Fernando Savater





    Lejos quedan los tiempos en los que el periódico "El País" era una símbolo de progresismo para miles de universitarios ávidos de información y de opinión. En el piso de estudiantes de La Latina (Madrid) escaseaban muchas cosas, pero nunca faltaba "El País" como alimento diario de noticias del mundo con aquellos maravillosos artículos de opinión, acicate para nuestras disputas filosóficas como estudiantes universitarios. No teníamos una regla preestablecida para ir al kiosko y gastarnos las ocho pesetas que costaba comprarlo en el año 1976, año en el que vio la luz, pero nunca faltó en nuestras largas sobremesas. A veces el primero que llegaba al piso lo secuestraba y se lo llevaba a su habitación para leerlo y rumiar en la soledad. Hasta que se determinó por "decreto" que el periódico no podía ser secuestrado de la sala de estar, a la vez que se estableció fuese comprado con los fondos destinados a los gastos comunes del piso.
    En la facultad de filosofía era el periódico más leído. El trayecto en metro y después en autobús a la universidad lo hacíamos enfrascados en su lectura entre el silencio y la somnolencia matutina. Ya en la facultad, lo más común, era ver el periódico bajo el brazo de profesores y alumnos por los pasillos para ser utilizado en clase como soporte de nuestras argumentaciones filosóficas, con la certeza que leído "El País", estabas suficientemente informado de lo que sucedía en España y en el mundo sin necesidad de leer otros diarios. Nuestra generación de los años 60 despertaba de una época sombría en donde la participación política brillaba por su ausencia, el pluralismo político era más una utopía que una realidad y el régimen del General  Franco se desinfla gracias a un incipiente aperturismo político.
    Fernando Savater (1947 San Sebastián), Catedrático de filosofía en la Universidad Complutense de Madrid, actualmente era uno de los más leídos gracias a su columna de opinión cada sábado en las últimas páginas del periódico "El País". En estos días, ha recibido una llamada telefónica de su directora Pepa Bueno, -quien siguiendo las directrices de la voz de su amo el Doctor Sánchez-, le ha comunicado que prescinde de sus servicios por "haberse apartado de la línea editorial" del periódico. Ha sido -a juicio de Fernando Savater- la crónica de un histórico divorcio, después de ser uno de los fundadores del diario allá por mayo del 76. "Me han dado el portazo después de media vida" -manifiesta Savater- "De ser progresista, de centro-izquierda- con las virtudes y defectos propios, "El País" llegó a convertirse en portavoz gubernamental del peor gobierno que ha tenido la democracia española". Lo sorprendente es que no lo hayan echado mucho antes. Seguro que no le faltará donde escribir, mientras que "El País" hace mucho tiempo lo están echando a la papelera sus propios lectores por esto y por ser el periódico del régimen. Podrán echarlo, pero nunca eliminar su capacidad crítica.  A este paso, solo será leído por el Doctor de pega Pedro Sánchez y su socio Carles Puigdemont, siempre que se traduzca en catalán. (como bien expresa Gabriel Albiac en su delicioso artículo de hoy en El Debate). Ni gratis pierdo el tiempo leyendo este panfleto ideológico.

     
     

    domingo, 21 de enero de 2024

    Con la música a otra parte




    Hasta hoy no sabíamos que para tocar el clarinete hubiese que soplar en modo catalán. Y es que todos los días se aprenden nuevas cosas. Todos tenemos conocimiento que la partitura de una melodía musical  emplea un lenguaje universal que solo necesita saber solfeo para poder ser interpretada. Así de sencillo. Pues no. Según el Diario El Mundo el Ayuntamiento de Barcelona -gobernado por el PSC- ha despedido  a un músico sevillano que llevaba 27 años tocando el clarinete en la banda municipal del ayuntamiento "por no haber sido capaz de acreditar un dominio suficiente de lengua catalana, el equivalente al ya archiconocido nivel C1". Para ser más preciso, a José Joaquín Sánchez, natural de Sevilla (Andalucía), se le dió la oportunidad de seguir en dicho puesto pero no ha aprobado el examen. Hasta aquí la noticia que por ser increible no entiende Joaquín ni yo tampoco. "Pedir el catalán para algunas profesiones es absurdo y desproporcionado, y en el caso de la música es ridículo por ser éste un lenguaje universal. Esta utilización de la lengua es un esperpento, una aberración. Se está empleando el catalán como un arma política de discriminación", protesta José. 
    Ahora sabemos por qué Junt -partido secesionista de extrema derecha- exige al gobierno de España la competencia de emigración, para poder entre otras cosas, limpiar a Cataluña por medio de la lengua a todos aquellos que no son de los suyos. Se empieza por la lengua y no se sabe  hasta dónde puede llegar. En pleno debate en España sobre la emigración, se cuela esta noticia que manifiesta a claras luces, por qué la competencia de emigración ha de ser exclusiva del gobierno central y no del gobierno Catalán, como determina la Constitución. Ya sabemos el uso que hará el partido de Puigdemont: la utilización de la lengua catalana para construir un Estado independiente de España como signo identitario ideológico-político de exclusión, propio, de un partido supremacista, xenófobo y ultra independentista, que utiliza la lengua para separar, enfrentar y dividir y no para todo lo contrario. El Ayuntamiento de Barcelona o el Gobierno  de la Generalidad, tienen derecho a exigir el Catalán para ciertos puestos de la administración por estar de cara al ciudadano  que quieren ser atendidos en la lengua de su región. Nada que objetar. Lo que es incomprensible -por no llamarlo de otra forma peor- es exigir el catalán para pertenecer a una banda musical cuando en ningún sitio del mundo se exige tal requisito. Más bien se requiere la idoneidad, competencia, capacidad y dominio del instrumento musical del músico profesional para optar al puesto requerido. 
    Qué puede hacer José Sánchez ante tal dislate? Permíteme aconsejarte  Jose. Cuando alguien se va "con la música a otra parte" significa que se va, que nota por algún motivo sobra, que no lo quieren por lo que es, lo que dice o lo que hace. Pues bien me iría a la puerta del ministerio de Yoli a tocarle el clarinete, al fin y al cabo es un "Sánchez" quién toca y puede que cuele. Eso, o venirse al sur, tu tierra, donde podrás tocar el clarinete y soplar a tu aire.



    jueves, 18 de enero de 2024

    A NUESTRO PATRÓN SAN SEBASTIÁN

     


    A NUESTRO PATRÓN SAN SEBASTIÁN


    ¡Rezad fiñaneros, rezad, al Patrón san Sebastián!
    !Qué oiga nuestra plegaria en este día tan especial!
    ¡Honor y gloria, a ti, oh mártir san Sebastián!

    Que palabras no nos falten, para rezarte 

    vivir ejemplarmente tu fe en el amor a Dios,
    y así poder imitarte.

    ¡San Sebastián tan querido, razón de nuestro sentir:
    vivamos el Evangelio
    para parecernos a ti!

    Por siempre seas alabado, entre todos los varones,

    a ti nos encomendamos
    mediante nuestras oraciones.  

    Quisiera mártir asaeteado, ser brisa mañanera, 

    y pasar junto a tu imagen, para extraer esa flecha:
    aquella que más te hiera,

    y así mitigar el dolor, que Tú con gran valentía,

    soportaste con valor, mostrándonos el camino
    de fe y superación.

    La tarde ya decae y el sol se va trasponiendo,
    el cielo se torna oscuro
    preparando tal evento.

    San Sebastián va saliendo en su trono engalanado,
    rosas rojas y claveles
    ciñen su cuerpo asaeteado.

    En su trono rojo y oro lo mecen sus costaleros, 

    que al son de música y fuego,
    elevan una plegaria que les eleva hasta el cielo.

    En el árbol, amarrado su cuerpo martirizado,
    aparece un brote verde, por haber sido regado
    con la sangre inocente de quien todo lo ha entregado.

    ¡Te pido, San Sebastián, por todos los fiñaneros: 
    los presentes y los ausentes, 
    todos los que han partido hacia el Reino de los cielos!

    !Cuidanos, protégenos y danos tu bendición,
    y cuando estemos afligidos, por cualquier perturbación,
    encontremos el consuelo mediante tu intercesión,
    para llegar hasta Dios!

                    
                  Antonio González Padilla




    viernes, 12 de enero de 2024

    Al Sanchismo, ni agua





    A Pedro Sánchez ni agua. "Sánchez y el PSOE han abierto la mayor crisis constitucional en  45 años de democracia. Hoy los españoles ya no son iguales ante la ley y hay un ataque continuo a las instituciones, empezando por el poder judicial. El presidente del gobierno se está deslizando por una pendiente peligrosísima, que es la derogación tácita de la Constitución Española. Además ha incurrido en corrupción política pues ha comprado los votos para su investidura a cambio de dar impunidad judicial a quienes le apoyan. Moralmente no distingue la verdad de la mentira, le da igual hacer una cosa y su contraria. Y en Pamplona cruzó todas las líneas, al apoyar un partido que lleva asesinos en sus filas." (El Debate, Luis Ventoso)
    Esta semana lo está pasando mal, y peor lo pasará en el futuro ya que la legislatura acaba de comenzar. De los tres Decretos Leyes presentados en el Parlamento solo han pasado el corte dos, el tercero no lo ha hecho. Junt se lo ha puesto difícil con la abstención no sin antes advertirle. Pero este Señor Sánchez tiene  la virtud de enredarlo todo, mezclando leyes de distinta naturaleza para establecer un chantaje a la oposición a la vez que una coartada frente a sí mismo. El PP a quien recurre para que le saque las castañas del fuego le ha contestado por activa y por pasiva que no le apoya. Quien ha levantado un muro infranqueable entre el gobierno y el primer partido de la oposición ha sido Pedro Sánchez, con el mantra de acusar al PP de ser un partido facha junto a Vox; ahora no puede pretender ser apoyado con el pretexto de impedir al gobierno aprobar leyes de naturaleza social. Pedro Sánchez ha de saber la fuerza exigua con la que cuenta, pues solo fue apoyado para ser investido como presidente, no para gobernar. Sufrirá gotas de sangre para poder aprobar los Presupuestos Generales del Estado. El "No es no" del PP ha de ser muy bien explicado a los ciudadanos para que sea comprendido y valorado en su justa medida. Haría muy mal el PP si no lo hace. El "Sanchismo" desde Moncloa lo hará. Son sofistas consumados de la propaganda.



    domingo, 24 de diciembre de 2023

    Aquellos días de Navidad...





    Escribo con el canto de los niños de San Ildefonso al fondo de mi escritorio, desde un ventanal frente a Sierra Nevada. La lotería es un ritmo que nos evoca el paso del tiempo. Evoca en mí, tiempos ya pasados añorados y queridos. No me refiero a los grandes momentos de nuestra pasada historia, eventos y acontecimientos muy importantes que cambiaron a nuestro País desde lo político, lo económico y los social, sino al paso inexorable del tiempo en sentido trascendente y la ausencia de nuestros seres queridos en nuestro interior. Recuerdo la muerte de mi padre hace ya 43 años, siendo más joven que yo ahora.  Nunca tocó la lotería en casa, si acaso un reintegro o pedrea, pero de eso no pasaba. Papá nos decía que la verdadera lotería era el trabajo. Entre sus principios y lo poco que jugábamos, he aquí el resultado. El azar y la necesidad van juntos de la mano y lo inesperado puede suceder en cualquier momento de la vida. La diosa griega Tijé -diosa de la casualidad y la abundancia- nunca se portó bien con mi familia en la prosperidad económica, aunque sí en otros aspectos de la vida. El azar nos acompaña todos los días de nuestra vida. Es una lotería que jugamos todos los existentes mientras vivimos, impredecible compañera de camino que puede asaltarnos cuando menos lo esperamos, respecto a hechos o sucesos que no controlamos: nuestros logros económicos, la suerte en las relaciones sentimentales, la conservación de la salud, etc. De ahí el consejo del estoico que no deja lugar a dudas: concéntrate en lo que está en tu mano, y despreocúpate de lo que se haya fuera de tu alcance. Lo demás no debe preocuparnos: sabemos con certeza que el final nos tocará a todos esa lotería inherente a nuestra condición humana. Hablando de la lotería, recuerdo el soniquete en la radio de la cocina y a mi padre sentado junto al fuego del hogar con las manos extendidas para calentarse. Mi padre celebraba más que el premio, el hecho de sobrevivir un año más con la tranquilidad que daba la cosecha recogida: el parral de uva de barco vendido , el aceite en la despensa y el mosto en el lagar. El aroma del café recién hecho y la leche de cabra cocida en el cazo, son aromas que asocio con las mañanas de vacaciones en casa, en aquellos fríos días de invierno. Por fín las vacaciones de Navidad, lejos del internado y de la disciplina castrense que allí se impartía, disfrutando del calor de la familia. 
    Por entonces, mis pensamientos e inquietudes estaban en otras cosas, no menos importantes para mi: montar el Portal de Belén en casa y para ello contaba con la ayuda de mi amigo Lalo, mis hermanos y mis primos. Una tropa ingente al servicio de la tradición. Había que ir a Fuente Agria para coger musgo, líquenes apropiados, para construir el río con papel plateado sacado de las tabletas de chocolate, y donde nunca faltaba el Tío de la higuera, rememorando un hecho real que aconteció en la comarca con final feliz. Se celebraba el triunfo, la valentía, la suerte -o todo a la vez-  la de aquel hombre, que  salvó la vida de morir ahogado, subido a una higuera arrastrada por la riada de agua que apareció flotando a siete kilómetros río abajo. Aquel Belén era el fruto de muchos esfuerzos y de mucha imaginación. Había día y noche, gracias a la instalación de la electricidad y de quitar los plomos del contador cada vez que tocábamos sus cables. La ilusión de mis hermanos y primos por conseguir el máximo realismo, se traducía en la estrecha colaboración que todos prestaban con diligencia, aportando ideas y materiales apropiados, por lo que el el Belén era la síntesis de las ideas más descabelladas que se nos ocurría. Hasta que llegó el día de su inauguración; comenzaba la fiesta más entrañable que recuerdo. Toda la familia se reunía en torno a Papá, Mamá, nuestros tíos y primos, para cantar villancicos entre mantecados, roscos y copas de anís. Allí estaba el tío David con su palabra fácil, contando anécdotas familiares, cuando no narrando hechos que a nuestra mente infantil le costaba distinguir entre fantasía y realidad. Mis hermanos, primos, y yo mismo, quedamos impresionados de sus relatos: era el fiel reflejo de nuestro abuelo David en su aspecto tranquilo y bonachón, a quien echamos de menos por su muerte prematura. Nuestra casa era un Belén viviente donde nos juntábamos toda la familia gracias a su céntrica situación. La alegría de la familia reunida era un regalo solidario de afecto y cariño. Aún resuenan aquellas risotadas de la Tía Jacinta, que no sorprendían a nadie,  hasta que surgían de repente por su espontaneidad y fuerza. O escuchar a la prima María hablar con devoción religiosa  del servicio a la Iglesia y su compromiso con la parroquia, bajo la atenta mirada de la Tía Trinidad, su madre,  hermana de nuestro abuelo David. Y qué decir del primo Manuel, familiarmente le llamábamos "Manolico", quien con su ejemplo nos daba lecciones de humanidad y dignidad a aquellos que le conocimos, y que tuvimos el placer de convivir y disfrutar de su compañía. Por aquellos años, el primer rostro que veíamos al descender del tren era la de Manolico, y el primero en transmitir la noticia del momento más relevante del pueblo, la conocíamos  por sus labios. Los niños y mayores veíamos a Manolico como una verdadera institución en el pueblo, él era el encargado de llevar la correspondencia de correos a la estación del ferrocarril a una distancia aproximada de dos kilómetros. Aquel trayecto lo hacía todos los días del año de forma sistemática y puntual, junto a su viejo burro. Era el cordón umbilical del pueblo con el exterior. No solo surtía al pueblo de correspondencia, noticias y periódicos, sino de paquetería que acarreaba en el viejo serón de su jumento. No era tan puntual como el filósofo alemán Inmanuel Kant, que cada vez que salía de casa para impartir clases en la universidad las mujeres ponían el reloj en hora, pero casi; de tal manera, que día tras día, no faltaba a la cita del tren correo de Almería-Madrid y viceversa. Era tal su regularidad que había un dicho en el pueblo que decía así: "haga frío o calor, Manolico a la estación". Efectivamente, tanto en los días fríos de invierno, con nieve y lluvia,  como en el caluroso verano, la primera silueta que divisamos cuando el tren de vapor, cansino y sediento por el esfuerzo realizado, se acercaba lentamente a la estación para repostar, era la de Manolico, con las sacas de la correspondencia en cada mano y ritualizando el momento de la entrega. La campanilla de la estación reclama la atención de los viajeros la llegada-salida del tren, y el estruendoso ruido de los frenos de la máquina, nos advierte que hemos llegado a nuestro pueblo.
    Por si éramos pocos, la presencia del Tío Paco, hermano de mi padre, era un aditivo más a aquellas tertulias familiares. En ellas nos contaba sus aventuras en el servicio militar y los saltos en paracaídas en la Base aérea de Alcantarilla, con la sorprendente admiración de la chiquillería al que considerábamos un héroe.
    Nosotros éramos los de la generación que comía arroz con conejo los domingos, nos alimentabamos cada  año con la matanza del cerdo, e íbamos a la escuela con carteras de pana. Teníamos todo el futuro por delante; ahora solo nos queda el pasado donde se apilan los recuerdos de los ausentes a los que acompañaremos, unos antes que otros. No, no nos ha tocado la lotería de Navidad, aunque sí otra más importante: la de la VIDA; esa sí que es importante. Al menos seguimos con buena salud, que no es poco, respirando el aire sano del pueblo que nos vió crecer, con el aroma a chicharra a la brasa, y la mirada complaciente de la sierra a través de la ventana, a la espera de ser cubierta por un manto blanco.
                                 
                                                                     
                                                                                       Antonio González Padilla



    Dedicado: a mis hermanos, Marina, Paqui y Juan David. A mis primos David, Maricarmen, Marina y Bernardo Miguel. Para que nos sintamos agradecidos y orgullosos de nuestra familia y de los valores que supieron inculcarnos.




    viernes, 22 de diciembre de 2023

    NAVIDAD





    Aquí seguimos unos junto a otros sin preguntar de qué lado estamos o a qué ideología política pertenecemos. Somos los de la generación de la posguerra que aún seguimos  con la misma ilusión de siempre: seguir adelante, vivir la infancia que nuestros padres nos enseñaron bajo el respeto y la obediencia, y celebrar la Navidad.
    Es cierto que Mamá no irá al horno del vecino Ángel, en las vísperas de Noche Buena a amasar los ricos mantecados hasta altas horas de la noche, los roscos de vino o de aguardiente con los que se nos hacía la boca agua, como acostumbraba cada año. Las vísperas de Navidad en casa eran tan importantes como las mismas fiestas. Mis hermanos y yo vivíamos las fiestas con tal intensidad que nos dejaba marcados para siempre. Era la estación de la abundancia. Había de todo: uvas de barco colgadas, naranjas precoces de Nacimiento, bollos de leche, carne de membrillo, polvorones, alfajores y mazapán..., y hasta turrón duro; además de la matanza del cerdo recién hecha con sus jamones colgados y el lomo de orza en aceite. Cuando papá abría la caja surtida de turrones en torno a la mesa y se escapaba alguna lasca o almendra que echarse a la boca, sabíamos que ya era navidad. Hoy, nos seguiremos juntando la familia como hacíamos antes, y tratamos de reunir a nuestros hijos y nietos como siempre hemos hecho. Recordaremos a Papá antes de sentarnos a la mesa cuando nos alababa o nos reprendía, según las notas trimestrales, a cada uno de mis hermanos por su rendimiento escolar. Estaba orgulloso de que su hijo mayor supiera latín y sumar los números con suma rapidez. O mis hermanas sacaran notas brillantes en gramática o geografía. Alababa a mi hermano menor por sus buenas notas y mantener aquella beca salario, que el Régimen concedía con generosidad a los estudiantes más dotados, por su mejor rendimiento, esfuerzo y trabajo. Mientras, Mamá preparaba en la cocina el pollo relleno, del que desconocemos sus ingredientes, pero que tanto a mis hermanos como a mi, nos sabía a gloria.
    Los que aquí seguimos, honramos la memoria de nuestros padres y abuelos cantando villancicos, con zambombas, panderetas y el sonido rítmico de la botella de anís, como siempre hemos hecho junto al Portal de Belén. Seguimos la fe que ellos nos legaron con autenticidad y devoción. Tratamos de huir del consumismo materialista y del ruido vacío de la sociedad de consumo, aunque sea más un deseo que una realidad. Centramos nuestra atención en el Misterio de la gruta de Belén, en el regalo que Dios da a los hombres de buena voluntad, asumiendo nuestra carne en la pobreza y humildad del pesebre y manifestándose a los más humildes y necesitados: los pastores. Con el último bocado de la cena de Noche Buena, iremos al templo para celebrar la eucaristía y vivir en nuestro corazón el nacimiento de Jesús, compartiendo el Pan y la Palabra con todos nuestros hermanos, deseándoles paz y Gracia de Dios como hombres de buena voluntad. ¡Feliz Navidad!




    jueves, 21 de diciembre de 2023

    Arrugas





    Recuerdo en mi recuerdo
    la humedad en tus ventanales
    perdido en la niebla
    en la estrechez de tus calles.
    Tus muslos transparentes
    muestran la impostura 
    al joven que soñaba
    con pechos de agua fresca
    sumido en su locura.
    Hoy he vuelto a tu lado
    busco en tus calles la piel
    turgente; 
    con la inocencia del niño
    que encuentra su juguete
    perdido en el desván
    del recuerdo,
    con arrugas crecientes.

          antonio gonzález



    viernes, 15 de diciembre de 2023

    Todas, todos, todes...y lo que sigue





    Hablamos de nuestra lengua. Hablamos del respeto que debemos tener a nuestra lengua, la segunda lengua del mundo más extendida y hablada por más 500 millones de hispanoparlantes. Nuestra lengua es fruto de un largo proceso cultural cuajado durante siglos que nada tiene que ver con intereses políticos de ninguna clase. Lleva mucho tiempo entre nosotros desde sus orígenes con el Arcipreste de Hita, el Marqués de Santillana (s.XIII y XIV)  pasando por Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, Alas Clarín, Lorca, Machado, Borges, Delibes, Cortázar Martín Santos, etc , y es -junto a otros- el principal elemento de nuestra identidad. Une, identifica, y cohesiona a esta realidad nacional, a esta gran nación compuesta por ciudadanos libres e iguales que llamamos desde antes de la fundación de Roma, Hispania. Preservarla, hablarla y escribirla correctamente, es deber y obligación de todo ciudadano español, también de aquellos que tiene la suerte de hablar además del español, otra lengua, como el catalán, gallego, vascuence o aranés.
    Cosa que no hacen aquellos que emplean el lenguaje inclusivo como: todos, todas, todes, albañiles y albañilas, mecánicos y mecánicas, sastres y sastras, contentos  y contentas, venido y venida, todos, todas... etc.  La artificialidad del lenguaje inclusivo que hoy se pretende imponer por la fuerza desde "instancias oficiosas", es un instrumento artificial de dominio que solo pretende la imposición de una determinada ideología, para desde lo más profundo del pensamiento hacernos reflexionar de una forma determinada que incide en el modo de conocer, sentir y vivir la realidad. El desdoblamiento de género no es usado por el pueblo como habla común, sino por algunos políticos de ideología progresista que la utilizan como instrumento distintivo del resto de hablantes. Este hecho nos parece un error, porque en español el masculino implica ambos géneros gramaticales: masculino, femenino y el neutro; son los únicos géneros que existen. Desde la biología tenemos sexos, no géneros. Así que para dirigirse al público  no es correcto decir "españoles"  y "españolas", "niños y niñas"; decir ambos géneros gramaticales es correcto solo cuando el masculino y el femenino son palabras diferentes como, hombres y mujeres, damas y caballeros. Hay que dejar libertad para que cada cual hable como quiera, sin ninguna imposición, solo la que marca o determina la regla gramatical.
    En español existe el participio presente que no tiene ni género ni número, son genéricos verbales, neutros, genéricos válidos tanto para hombres como para mujeres. El participio presente de amar es "amante", de vivir "viviente", de sentir "sentiente", de cantar "cantante", de ser el "ente", el que es. Al verbo en infinitivo se le añade el sufijo "ente" que significa el que ostenta o tiene esa cualidad o capacidad para... Por ejemplo, "el amante" es el que tiene la capacidad de amar, "el viviente" el que tiene la capacidad de vivir, etc..., y así sucesivamente. El que tiene la capacidad de presidir se le llama presidente y no presidenta, aunque "presidenta" como palabra, está reconocida por la RAE.
    Que cada uno hable como quiera, pero que la izquierda "progre" no nos imponga el desdoblamiento de género del lenguaje porque es un modo regresivo de habla y de falta de respeto a nuestra lengua, cuando no de la ignorancia, contrario al esplendor y pasado histórico de nuestra lengua. Además suena fatal. Que no traten de convencernos que con el uso de tal lenguaje defienden a las mujeres porque no es verdad.  Es más bien fruto de una imposición ideológica, creada a propósito por grupos de presión, para imponer el pensamiento único como instrumento ideológico de dominio a toda la sociedad, más que como un avance progresista y moderno de nuestra lengua. Se empieza por la lengua... y ya sabemos en qué se termina.